En la primera lección abordamos algunos conceptos relacionados con la
diversidad, tales como: diferencia, igualdad, desigualdad, discriminación,
diferencialismo, exclusión, inclusión y equidad. Para definir
tales conceptos partimos de los conocimientos previos de cada
estudiante. Llegamos a la conclusión de que son conceptos muy complejos y
difíciles de definir, aunque para algunas personas definir no es necesario o inútil sería peor no hacerlo, pues se desconocería en lo que estamos de acuerdo y en lo que aceptamos como mínimo necesario para saber qué estamos entendiendo por tal o cual concepto, peor aún sería suponer que todos(as) pensamos o creemos lo mismo o que de todos modos vamos a llegar a lo mismo, menos en temas tan dialécticos como los abordados.
Aún así hicimos el esfuerzo por
definirlos, diciendo que la diversidad es ante todo una propuesta ética que busca la igualdad social o un proceso desde las diferencias
para incluir. Aquí la
inclusión hace referencia al hacer parte de algo al otro, brindarle las
condiciones para que sea posible (igualdad moral, igualdad de
oportunidades, equidad, solidaridad...).
El concepto de la diferencia está presente en toda la naturaleza, desde que nacemos somos diferentes unos de otros y esa diferencia "natural" nos llega a la desigualdad biológica. Desde que nacemos somos desiguales biológicamente hablando aunque con grandes semejanzas genéticas y de especie. Esa desigualdad y diferencia inevitables pueden ser vistas ideológicamente como un beneficio o como una desventaja, por ejemplo, en la teoría de la diversidad las diferencias son una riqueza propia de cada quién que le particulariza y desde allí puede aportar a la comunidad para engandecerla, pero desde doctrinas segregacionistas o economicistas la diferencia justifica la desigualdad social mediante la competencia.
La discriminación
es un proceso clasificatorio o seleccionador para
excluir, donde excluir hace referencia a dejar afuera o a no brindar las
condiciones (valores éticos) para que el otro sea incluido. La discriminación parte de una justificación ideológica donde se ve al Otro como un amenazante, un estorbo o un problema para que el Yo y el Nosotros vivamos bien. Muchas ideologías son radicales y claros en sus políticas de discriminación, tales como el nazismo y el fascismo; otras corrientes ideológicas no son tan claras o tratan de esconder esa tendencia avergonzante, tales como los republicanos estadounidenses, los conservadores religiosos, entre otros. Incluso hay quienes pretendiendo incluir excluyen, tal es el caso de los liberales demócratas (USA), los neoliberales, entre otros.
A pesar de aceptar que la desigualdad biológica es un hecho (diferencias genéticas, físicas, cognitivas...), ello no es motivo suficiente para establecer la desigualdad social o la discriminación. Es decir, la igualdad social es también un hecho pero moral, es una realidad ética de la cual se parte: todos y todas somos iguales, es inmoral la desigualdad social pues lleva a la discriminación, la exclusión y al rechazo, esto es, a la muerte (ya sea matando directamente al otro o dejándolo morir).La capacidad ética es una diferencia natural que poseemos con respecto a las demás especies, por eso la igualdad social se construye; es decir,
no nacemos con ella, la debemos desarrollar. Esa capacidad moral nos
lleva
a buscar convenciones para (con)vivir con otros. En la modernidad a tales convenciones se le denominó Contrato Social (Rousseau, Hobbes, Locke, otros). Dichas convenciones o artificios socioculturales
han sido importantes para mejorar las condiciones de vida del ser humano
(aunque aún sin incorporar al ambiente). Dicho de otra forma las convenciones son parte del nivel moral, se parte
de la igualdad moral como requisito para convenir: todos damos y todos
ganamos (al menos esa es la idea). Para convenir partimos del principio
de igualdad moral (todos tenemos el mismo valor moral o estamos en
igualdad de condiciones morales). Desde ese principio ético es que todos y todas somos
iguales aunque diferentes o particulares. Desde ese punto de vista, la igualdad moral nos
integra desde la diferencia; esto es, da lugar a la diversidad.
La diferencia es importante pero sin igualdad puede llevar al ensimismamiento, individualismo o hasta el solipsismo, tal y cual sucede con las ideologías de la modernidad
(racionalismo, idealismo, liberalismo...). La diversidad sin igualdad
real es puro discurso y la igualdad sin diversidad es tiranía. La
diversidad, como se ha dicho, es ética y política, en tanto lucha por superar
las desigualdades sociales que impiden la integración desde
las diferencias o la discriminación ideológica.
Se afirmó que la diversidad es un proceso
complejo que implica la identidad de los sujetos y que por ello necesito del OTRO/OTRA para afirmarme, identificarme o definirme. Si yo estuviera solo entonces no necesitariamos de la identidad, necesito del espejo para ver el reflejo que quiero vea el otro. Esa identidad que surge de mi encuentro ante el espejo o mi psiqué es posibilitada por las presiones que los otros ejercen sobre mí, es decir, también es social, me identifico con un grupo que comparte creencias, tradiciones, valores... Así, la identidad es un diferenciarse y acercarse a otros/otras, de tal modo que la diversidad se convierte ante todo en un asunto ético, ser nosotros implica reconocer al otro, si niego al otro me niego a mi mismo, de allí que los fanatismos y dogmatismos (identidades cerradas o esencialistas) sean fuente de desunión, destrucción o discriminación. Es decir, la dimensión ética
que nos caracteriza como especie nos hace ser seres conscientes de nuestras responsabilidades para con el
OTRO, ese otro es nuestro espejo para saber quién soy y lo que no soy o
no quiero o quiero saber y ser.
En suma, la diferencia biológica es propia de todo ser
humano, pero ella por sí sola no es suficiente para vivir (bien) en sociedad, de
allí que recurrimos a la diversidad (convenciones o acuerdos mínimos morales:
reconocer al otro) para desde nuestra identidad en abierta construcción convivir integrando a
los demás sin normalizarlos ni discriminarlos.